El fin del mundo y el manga que sembró el miedo: ¿Qué pasó el 5 de julio de 2025?

Un dibujo en escala de grises de una niña con coleta mira hacia otro lado, junto a una ilustración en color de una niña pelirroja que mira hacia delante y hace la señal de OK con la mano sobre un ojo; de fondo, papeles de colores.

“El fin del mundo” es una idea que ha fascinado a la humanidad durante siglos. Sin embargo, pocas veces una obra de ficción logró generar tanto revuelo como lo hizo el manga japonés El futuro que vi. Esta historia, publicada hace años, volvió a viralizarse por redes sociales luego de que sus supuestas predicciones coincidieran con eventos reales, y en particular, con una fecha concreta: el 5 de julio de 2025.

Durante semanas previas a esa fecha, miles de usuarios compartieron en TikTok, YouTube y X (antes Twitter) fragmentos del manga, asegurando que su autora había anticipado con inquietante precisión tres grandes tragedias globales. La cuarta y última predicción, que aún no se había cumplido, señalaba que el fin del mundo comenzaría ese 5 de julio con un desastre natural en Japón.

El manga que predijo el fin del mundo

La historia de El futuro que vi describe cómo una grieta geológica se abre entre Japón y Filipinas, provocando un mega-tsunami que arrasa con Tokio y otras zonas costeras del Pacífico. El nivel de detalle y dramatismo del relato despertó la atención de millones de personas, que no tardaron en convertir la profecía en tendencia global. “El fin del mundo” no solo fue tema de conversación, sino también una preocupación real para muchos.

Influencers, creadores de contenido y medios alternativos comenzaron a viralizar teorías acompañadas de mapas sísmicos, análisis geológicos e incluso recomendaciones para “sobrevivir” al evento. Algunos youtubers llegaron a publicar simulaciones de lo que sucedería si la predicción se cumplía. El resultado fue una mezcla explosiva de miedo, entretenimiento y desinformación.

¿Qué pasó realmente el 5 de julio de 2025?

Llegó el día señalado, y como era de esperarse, el fin del mundo no ocurrió. Japón no sufrió ningún desastre natural de grandes proporciones, ni se reportaron eventos extraordinarios en la región. La Agencia Meteorológica de Japón, que ya había emitido un comunicado previo desmintiendo cualquier actividad sísmica inusual, confirmó que todo transcurrió con normalidad.

A pesar de eso, el impacto ya estaba hecho. Varias agencias de turismo reportaron cancelaciones por miedo al supuesto apocalipsis. Algunas personas optaron por no salir de sus casas “por si acaso”, mientras que otros aprovecharon el momento para reflexionar sobre cómo el miedo puede ser amplificado por la tecnología y las redes sociales.

El fin del mundo

El poder de una historia en la era digital

Lo ocurrido con El futuro que vi demuestra cómo una simple obra de ficción puede convertirse en un fenómeno viral y generar consecuencias reales. “El fin del mundo” es una narrativa poderosa, y cuando se combina con redes sociales, algoritmos y desinformación, puede alterar el comportamiento de miles de personas en cuestión de días.

Este fenómeno no es nuevo. En el pasado ya hemos vivido episodios similares, como la famosa predicción maya del 21 de diciembre de 2012. Cada cierto tiempo, resurgen nuevas teorías que aseguran que el mundo se acabará por una profecía antigua, un alineamiento planetario o, como en este caso, un relato de manga.

Influencers, monetización y desinformación

Uno de los aspectos más polémicos de esta historia fue cómo ciertos creadores de contenido aprovecharon la viralidad del tema para generar visitas y monetizar el miedo. Algunos exageraron el contenido del manga, mientras que otros lo presentaron como una fuente confiable, sin aclarar que se trataba de ficción. Esto generó críticas por parte de usuarios más escépticos, quienes acusaron a los influencers de contribuir al pánico colectivo.

Este caso plantea una discusión necesaria sobre la responsabilidad en la difusión de información, especialmente cuando se trata de temas delicados como desastres naturales o “el fin del mundo”.

Conclusión: ¿Por qué nos sigue atrayendo la idea del fin del mundo?

A pesar de que el 5 de julio pasó sin incidentes, el fenómeno deja una huella interesante. La idea de el fin del mundo sigue capturando la imaginación colectiva, ya sea a través de películas, libros, religiones o mangas. Tal vez porque nos enfrenta a nuestras propias fragilidades, o porque, en medio del caos informativo actual, buscamos sentido a lo inesperado.

Lo cierto es que el manga El futuro que vi no predijo el fin del mundo, pero sí logró algo igual de impresionante: hacer que millones de personas, durante unos días, se preguntaran seriamente si el final estaba cerca. Y eso, en plena era digital, dice mucho sobre el poder de una buena historia.