1 de julio de 2025 – El verano alcanza su punto álgido, y con él llega una de las temporadas más sabrosas y coloridas del calendario gastronómico. Julio es sinónimo de frutas jugosas, verduras frescas y una despensa natural que inspira platos ligeros, refrescantes y llenos de vida.
Cocinar con productos de temporada no solo garantiza el mejor sabor, sino que también contribuye a una alimentación más saludable, sostenible y económica. A continuación, un repaso por algunos de los ingredientes estrella del mes y cómo sacarles el máximo partido:
Tomates: dulces, jugosos y versátiles
En julio los tomates están en su mejor momento, llenos de jugo y dulzura natural. Son perfectos para ensaladas, gazpachos, salsas y hasta para comer solos con un toque de aceite de oliva y sal. También son la base ideal para platos clásicos de verano como el salmorejo.
Sandía y melón: hidratación directa del campo
Estas frutas son las estrellas del verano por su alto contenido de agua y sabor refrescante. Disfrútalas solas, en ensaladas con hierbas frescas o combinadas con quesos y jamones. Son perfectas para mantenerte hidratado y aportar fibra y vitaminas.
Maíz tierno: dulce y versátil
El maíz fresco es una fuente natural de energía, fibra y sabor. Julio es ideal para disfrutarlo en su forma más simple: a la parrilla con mantequilla y sal, o hervido y desgranado en ensaladas frías.
También puede incorporarse a tartas saladas, sopas cremosas o salteados. Su dulzura natural lo convierte en un ingrediente muy valorado en la cocina vegetariana.
Frutas con hueso: melocotón, albaricoque, nectarina
Estas frutas de verano son sinónimo de dulzura, jugosidad y frescura. Ideales para comer tal cual, también pueden utilizarse en postres como tartas rústicas, compotas, helados caseros o en ensaladas de frutas con un toque de menta.
Hierbas frescas: albahaca, menta, perejil
Julio es un mes excelente para disfrutar de hierbas frescas que transforman cualquier plato. La albahaca va de maravilla con tomates, pastas, pizzas y arroces. La menta aporta frescura a bebidas, postres y ensaladas. El perejil, además de versátil, es rico en hierro y vitamina C.
Un truco simple: conservarlas en un vaso con agua fresca (como flores) y cambiar el agua a diario para alargar su vida útil.
Calabacines y pepinos: frescura en estado puro
El calabacín, con su textura suave y sabor neutro, se adapta a todo tipo de recetas: desde cremas frías, carpaccios con queso, salteados con ajo, hasta como base de lasañas vegetarianas o rellenos al horno.
El pepino, por su parte, aporta frescor instantáneo. Se puede usar en ensaladas, batidos verdes o incluso como base de salsas como el tzatziki griego. Ambos son bajos en calorías y ricos en agua, lo que los convierte en aliados ideales para mantenerse hidratado y ligero durante los días más calurosos.
Cocinar con ingredientes de temporada no es solo una elección culinaria, es una forma de reconectar con el ritmo natural de la vida. Julio nos regala sabores vibrantes que invitan a disfrutar de lo simple y celebrar el arte de comer bien, sin complicaciones y con mucho color en el plato.
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