Neuralink en 2025: cinco personas ya llevan implantes cerebrales

La interfaz entre el cerebro humano y la tecnología dejó de ser una idea de ciencia ficción. En 2025, Neuralink —la empresa fundada por Elon Musk— logró implantar su chip cerebral en cinco pacientes humanos. Y aunque el dato por sí solo es impactante, lo que verdaderamente sorprendió fue lo que uno de esos pacientes consiguió hacer: editar un video completo con la mente, sin mover un solo músculo y sin emitir palabra.

El protagonista de esta historia es Brad Smith, un hombre diagnosticado con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad que le impidió hablar y moverse con normalidad. Hoy, gracias al dispositivo de Neuralink implantado directamente en su corteza motora, puede navegar por internet, escribir textos y comunicarse con otras personas. Todo con pensamientos. Literalmente.

Lo más llamativo es que Brad utilizó su nueva capacidad para editar un video y subirlo a YouTube. Lo hizo sin utilizar teclado, mouse ni ningún tipo de periférico tradicional. El proceso fue completamente mental: seleccionar, cortar, montar. Incluso logró narrarlo con una voz sintética generada por inteligencia artificial, creada a partir de registros antiguos de su voz real. La publicación fue acompañada por una frase que escribió solo con su mente: «Estoy escribiendo esto con mi mente. Es mi forma principal de comunicarme.»

Un paso más allá

Este avance representa un salto tecnológico sin precedentes. No solo porque confirma que es posible conectar el cerebro directamente a una computadora, sino porque demuestra que la interfaz puede utilizarse de manera compleja, no solo para tareas simples como mover un cursor. Brad también juega videojuegos, navega la web y mantiene conversaciones sin necesidad de asistencia física.

Neuralink lleva varios años desarrollando esta tecnología, pero fue recién en 2024 cuando obtuvo la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) para iniciar las pruebas en humanos. El dispositivo, del tamaño aproximado de una moneda, se implanta en el cráneo y se conecta a la corteza cerebral con hilos más delgados que un cabello. Su función: leer las señales eléctricas del cerebro y traducirlas en comandos digitales.

En estos meses, la empresa confirmó que cinco personas ya han sido implantadas con éxito y que todas presentan resultados positivos. Musk afirmó que los ensayos clínicos están avanzando más rápido de lo esperado, y que ya trabajan en aplicaciones futuras para personas con ceguera, parálisis total o lesiones cerebrales traumáticas.

Mientras tanto, Neuralink continúa creciendo. En abril cerró una ronda de inversión de 650 millones de dólares, con el respaldo de gigantes como Sequoia Capital, Founders Fund y ARK Invest. El interés no solo es médico: también hay un evidente enfoque hacia aplicaciones futuras en el mundo de la realidad virtual, el gaming y, eventualmente, la integración directa con sistemas de inteligencia artificial.

La era del cerebro conectado

La historia de Brad no es la única, pero es la que más ha resonado por su impacto simbólico. Un hombre que había perdido su capacidad de comunicarse, hoy vuelve a crear contenido, contar su experiencia y compartir su voz con el mundo —aunque esa voz sea digital.

Neuralink aún genera controversias éticas y científicas. Pero hay algo que ya nadie puede negar: estamos presenciando un momento bisagra en la relación entre el ser humano y la máquina. Un antes y un después.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *